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27 may 2025
Errores que te alejan de ser VP, aunque tengas el perfil perfecto
En el complejo tablero del liderazgo corporativo, alcanzar la posición de Vicepresidente (VP) va más allá de acumular méritos en tu currículum. Si bien un perfil impecable con una sólida trayectoria, formación de posgrado en las mejores escuelas y habilidades técnicas y estratégicas de primer nivel es fundamental, he observado en mi experiencia como coach de ejecutivos que a menudo son errores sutiles, pero críticos, los que frustran ascensos aparentemente garantizados.
Estos fallos no solo estancan carreras prometedoras, sino que también pueden pasar desapercibidos hasta que es demasiado tarde. Aquí profundizo en los errores más comunes que te alejan de la silla de VP, respaldado por la sabiduría de publicaciones líderes como Harvard Business Review y Forbes.
1. La visibilidad estratégica: Más allá del trabajo duro
Uno de los errores más frecuentes entre profesionales talentosos es creer que "el buen trabajo habla por sí solo". Si bien la excelencia operativa es innegociable, la falta de visibilidad estratégica puede ser un obstáculo insalvable para el ascenso a VP. Como bien señala Forbes, los grandes líderes saben que no basta con cometer errores y aprender de ellos; también es crucial que esos aprendizajes y éxitos sean conocidos por quienes toman las decisiones .
No se trata de autopromoción descarada, sino de asegurar que tu impacto y tus contribuciones sean entendidos y valorados por la alta dirección y los stakeholders clave. ¿Estás presentando tus proyectos en foros de liderazgo? ¿Tus iniciativas son reconocidas más allá de tu departamento? Un VP es un catalizador del negocio, y para serlo, tu influencia debe ser visible en toda la organización.
2. Redes de influencia: No solo contactos, sino conexiones
En el nivel ejecutivo, las redes de contactos se transforman en redes de influencia. Un error crítico es no invertir en la construcción de relaciones genuinas y recíprocas. No me refiero a coleccionar tarjetas de presentación, sino a establecer vínculos de confianza con personas clave en diferentes áreas de la organización y la industria.
Como se discute en Harvard Deusto, el liderazgo efectivo se basa en las aportaciones de directivos y líderes empresariales que han construido una base sólida de relaciones y conocimientos . Para un rol de VP, necesitas que otros crean en ti, te respalden y estén dispuestos a abrirte puertas. Esto se logra a través de la mentoría (tanto recibida como ofrecida), la colaboración en proyectos interdepartamentales y la participación activa en la comunidad profesional. Limitarse a tu silo o evitar las interacciones fuera de tu equipo es un autogol.
3. La ausencia de liderazgo visible y proactivo
Tener un perfil técnico impecable no te convierte automáticamente en VP. Un Vicepresidente no solo gestiona; lidera. Esto implica tomar la iniciativa, inspirar a equipos multidisciplinarios y demostrar la capacidad de navegar la ambigüedad y el cambio. Muchos ejecutivos se sienten cómodos en su rol de experto o colaborador individual, pero evitan los desafíos que requieren un liderazgo más amplio y visible.
La capacidad de los líderes para movilizar a las personas y lograr resultados sobresalientes, como destaca Jim Collins en "Empresas que Sobresalen", no se limita a su posición formal. Un VP debe ser un agente de cambio que anticipa problemas, propone soluciones innovadoras y guía a la organización hacia nuevos horizontes . Si tu liderazgo no es perceptible más allá de tu equipo directo, estás perdiendo una pieza clave para el ascenso.
4. La comunicación estratégica de logros y aprendizajes
Cometer el error de no comunicar tus logros es tan perjudicial como no tenerlos. Muchos profesionales, por humildad mal entendida o por falta de estrategia, no saben cómo articular su valor y el impacto de su trabajo en el lenguaje del negocio. Un VP debe ser un comunicador persuasivo, capaz de traducir iniciativas complejas en resultados tangibles y en valor para la empresa.
No se trata de alardear, sino de presentar tus contribuciones de manera clara, concisa y orientada al impacto. ¿Estás vinculando tus proyectos a los objetivos estratégicos de la compañía? ¿Puedes cuantificar el ahorro, el crecimiento o la eficiencia que generaste? La comunicación estratégica, como enfatiza Harvard Business Review, es fundamental para que tus habilidades y dedicación sean valoradas y reconozcan tu potencial para roles de mayor jerarquía .
5. Resistencia al feedback y estancamiento del crecimiento
El camino hacia la vicepresidencia exige una mentalidad de crecimiento constante. Negarse a recibir feedback, o peor aún, rechazarlo, es un error fatal. Un líder de alto nivel debe ser capaz de autoevaluarse críticamente, buscar activamente la retroalimentación y utilizarla para su desarrollo continuo.
Las organizaciones buscan VPs que no solo sean competentes hoy, sino que tengan el potencial de crecer y adaptarse a los desafíos futuros. Como se menciona en diversas publicaciones de liderazgo, la falta de reconocimiento, la ausencia de objetivos claros y la resistencia a la mejora son áreas propensas a errores que frenan el avance profesional . La capacidad de aprender de los errores, como Peter Lynch, vicepresidente de Fidelity, ejemplifica, es una cualidad distintiva de los grandes líderes .
6. Desalineación con la cultura y estrategia organizacional
Un VP es, por definición, un embajador de la cultura corporativa y un motor de la estrategia. Un error común es no entender o no alinearse completamente con la visión, misión y valores de la organización. Esto no significa una adhesión ciega, sino una comprensión profunda de cómo tu rol y tus acciones contribuyen al panorama general.
Si tu visión no está en sintonía con la dirección estratégica de la empresa, o si no demuestras una comprensión profunda del negocio más allá de tu área funcional, tu candidatura para VP se debilita. La cultura corporativa, aunque a veces glamorizada, es un elemento crítico que fomenta la productividad y el equilibrio social, y una persona VP debe ser un líder que comprenda y fomente estos principios .
En conclusión, tener un perfil perfecto es una base sólida, pero no es la garantía final. La verdadera clave para alcanzar la vicepresidencia radica en evitar estos errores sutiles: construir visibilidad estratégica, forjar redes de influencia genuinas, ejercer un liderazgo proactivo y visible, comunicar tus logros con inteligencia, abrazar el feedback para el crecimiento continuo y alinearte profundamente con la cultura y estrategia de la organización. Convertir estos "errores" en áreas de desarrollo es tu próximo gran paso hacia ese rol de liderazgo que te espera.
Este análisis se basa en mi experiencia como mentor de ejecutivos y en las valiosas perspectivas de publicaciones de liderazgo reconocidas globalmente.
Diana Rengifo, executive career coach for top-level professionals – www.dianarengifo.com